De carretera a calle: Palmeira
Revertir el impacto del tráfico en nuestras villas y generar entornos más seguros y atractivas es el objetivo del proyecto piloto de Palmeira, que inicia un camino colaborativo con la Xunta de Galicia para la transformación de la carretera AC-305.


AC-305 a la altura con el cruce con la Calle Barreiro.
En base al análisis, el trabajo de campo y la participación ciudadana, se aplican 7 estrategias para el rediseño integrado de una infraestructura que parte el pueblo en dos, concentrando accidentes y erosionando la imagen e identidad local.
En 2018, la Fundación RIA elabora un proyecto piloto de regeneración urbana en alguna de las vías de la titularidad de la Agencia Gallega de Infraestructuras a su paso por un núcleo de población. Tomando como referencia los trabajos de análisis desarrollados previamente, se identifica Palmeira como un lugar donde este proyecto pueda tener un mayor impacto, tanto en la propia localidad, como por su capacidad para ejemplificar modos de abordar la planificación y la construcción del espacio público que pudieran ser replicar en otras localizaciones.
Año
2018
Promotor
Xunta de Galicia - Consellería de Infraestruturas e Mobilidade - Axencia Galega de Infraestruturas
Localización
Palmeira, Ribeira, A Coruña
Equipo y colaboradores
Fundación RIA

Cambio del carácter de la calle - Histórica.

Cambio del carácter de la calle - Actualidad.
Para ofrecer el mejor nivel de precisión en el análisis, la información existente se complementa con trabajo de campo. La recolección de información y el trabajo de campo complementario es necesario para establecer el más amplio entendimiento posible de los factores que afectan a las diferentes escalas del territorio. Trabajar con información fiable es una piedra angular para la fundación, y de este modo presentar recomendaciones y propuestas objetivas.
La intervención más general pretende transformar el carácter de la vía en toda su longitud. Se pretende realizar una transformación global del carácter de la vía al reducir su velocidad máxima en el tramo urbano a 30 km/h y establecer dos tramos de transición en sus extremos a 50 km/h desde el tramo interurbano o travesía limitado a 70km/h.
La limitación de velocidad por medio de señales va acompañada de una transformación de la sección de la calle, que reduce progresivamente la anchura de carril desde los 3,5 m de la travesía, a los 3 m del tramo urbano. A su vez, esta reducción de carril permite la extensión de la superficie dedicada al peatón y la introducción de una franja verde en toda su longitud. Esta franja flexible permite adaptarse a los diferentes contextos, albergando desde arbolado que, por ejemplo, marca la “puerta de entrada” al entorno urbano; o mobiliario urbano y zonas de uso especial, como paradas de bus, que permiten la generación de “estancias” y de un ambiente más doméstico.
Son estas actuaciones longitudinales las que permiten la integración y previsión de servicios urbanos bajo tierra, como pueden ser las acciones de enterramiento del tendido eléctrico, o un sistema de drenaje urbano sostenible integrado en el diseño de la calle.
Las intervenciones más puntuales tienen la voluntad de fragmentar el proyecto y permitir su implementación por fases. En lugar de concentrar una intervención general que afecte a toda la sección de la calle en toda la longitud del tramo urbano, se opta por concentrar las actuaciones en tramos cortos, que a nivel global generarán el efecto deseado con un coste menor, y con capacidad de implementarse en sucesivas intervenciones.
Estas intervenciones se realizan en puntos estratégicos identificados en los que los efectos deseados tienen más relevancia. Los puntos que marcan la entrada en el centro urbano; los cruces con mayor peligrosidad y que generan conexiones transversales; o los lugares de usos especiales, como paradas de bus; son elegidos como prioritarios para concentrar los esfuerzos del proyecto.


Propuesta de cambio para la AC-305.